Viuda muy joven, trabaja como como telefonista en el Ayuntamiento de Bilbao para sacar adelante a sus hijos.
De ideas conservadoras, no consigue entender la militancia de izquierdas e independentista de sus hijos. Por su gran amor por Txabi, su hijo favorito y con el que tiene una especial complicidad, no logra recuperarse de la tragedia que origina y de la que es víctima.